Embriaguez
A embriaguez da alma é mantida pela superficialidade fugaz de escolhas apressadas.
Mas a oração sempre te deixará sóbrio.
Se o amor realmente é uma embriaguez, basta tomar um porre por dia para afastar o risco da sobriedade.
LUA e CRUA
Inspiracão comum
Embriaguez pela lua
Apenas mais um
Pretensão de ser grua
Trazer-te pra perto
Diminuir a distância
Insistir é preciso
Sopesar incosntâncias
Rico mendigo
Segura certeza
Esvaziando o porão
Não permite ser presa
Chave nas mãos
Das masmorras terrenas
Felicidade inventada
Saia de cena
Sepultada, morta
Renascenso o que importa
Abertura de Luz
Ligação infinita
Guindaste potente
Que tudo conduz
Inspira e incita
Um "Ser" mais indulgente!
A embriaguez do coração bambeia as pernas da razão, gerando de seus tombos, marcas inesquecíveis.
Élcio José Martins
Eu quero a embriaguez ( êxtase, inebriamento) que proporciona a verdadeira e constante alegria! Sangue de Cristo inebriai-me....
chão chão chão
senti um tom de embriaguez em seus olhares!!!
senti muitos tons de embriaguez... nao só nos olhares!!! haiauhuahua
luXo.com
Mais um dia olhando o fundo do copo,
mais um dia tomando este vinho barato
esta embriaguez que teima em tomar todo o meu tempo
todo esse tempo em que teimo em tomar tudo até a embriaguez.
a fuga momentânea da realidade
me faz mais leve,
me faz perder o peso dos dias,
me faz fugir das minhas responsabilidades.
o dia nasce,
o gosto azedo da ressaca vem a tona,
movimentos bruscos são marteladas em meu cérebro
o chão se mexe como se tentasse me derrubar,
como se o amanhecer fosse me fazer desistir
de que a noite chegue e me faça repetir tudo isso,
tentado me fazer esquecer que tenho mais uma garrafa em minha geladeira,
que tenho amigos sedentos deste meu vinho barato que nos entorpece até o amanhecer.
Prece
Preciso do veludo
dos teus cílios
da maciez
e da audácia do
teu cheiro
da embriaguez
que vem da
tua boca
Preciso te tocar
preciso voltar
a ouvir
o som
do teu corpo
Embriaguez del desierto
poema de Oscar Portela
Carne desocultada y amanecida siempre.
Carne refugio del áspid y la alucema.
Carne donde despierta el sol y se posan
Las sombras sobre el día anterior al día
En que el desierto vio por vez primera
Sin nostalgia ninguna rodar sobre el cilicio
La negra sombra del insecto primero.
Carne portadora de la carta robada.
Carne sin destinatario ni remitos del cielo.
Carne sin húmeros ni nombres.
Solo cilicio dorado sobre la ardida piel y
El escozor del sol, “la sed”, “la sed”, que se
Exalta en la primér pulsión que conduce
Hacia el dátil y el oasis tan solitario como
Esta carne sin nombre y sin origen, aún sin
Cuerpo y órganos donde posar mirada, buscar
Refugio, ser colonia portadora de territorios
Que pidan ser colonizados por los gérmenes
Portadores de vida - el rayo- los elementos todos
Que ahora vienen hacia el dominio de la nada
Y hacen aquí su labrantío.
¡Oh carne, tierra sin nombre, desierto sin posada!
Inocencia de lo que no tiene antes ni después
Y eternamente se repite en la palabra
Que tú pones en mí, siembras en mí, oh principio
Generador de vida, belleza y fuerza,
Sin otra esfera rotatoria que hacerme tuyo
Y como el sol antes del sol y hacernos mutuamente
Desde un principio sin principio
Destinados al goce y la locura,
Destrozándonos en la afirmación
De la eterna metamorfosis de lo mismo.
Mis cenizas serán el alimento de los cuerpos
Que nuevas carnes roten y vida y muerte
Serán las aleteias del instante perfecto
Sin nostalgias de purezas profanas.
Tu piel cubierta de cilicio y de oro, tu misma
Piel dorada es la del dios que muere y solo indica
El camino de la vuelta a la gracia de la inocencia
Del devenir que fluye como fluyo desde tus brazos
Hacia el cenit de destilada sangre.
Y olvidado de todo en la anamnesis
De saberme escandido hago de toda carne
Hoja donde grabar los éxtasis de un Eterno
Retorno pues que soy el trabajo de tus días
Nícholas Lemons alabanza de lo que no
Será perdido y dios humanizado por las gracias
Que presiden los ciclos y gestaciones todas
Del juego del azar que recomienza
Cuando tú me devuelves el Ápeirón que estalla
En el cincel de oro que buriló tu cuerpo
Para hacer de mi carne un Jardín de Delicias,
Y ver crecer un niño solar del torso en el cual
Duerme ciego al horror de todo
La inocencia del mundo que tú llevas contigo.
Oscar Portela
Corrientes- Argentina
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