Aprendi aos 40 anos

FERIA DEL LIBRO:
LOS TEMPESTUOSOS AÑOS 70

Las presentaciones de dos de los libros más vendidos del momento (Timote, de José Pablo Feinmann, y Operación Traviata, de Ceferino Reato) fueron dos de los actos más convocantes y polémicos de la Feria del Libro. Los textos abordan, desde ángulos diferentes, las más resonantes y determinantes muertes, atribuidas a Montoneros, de la vida política argentina: la de Aramburu y la de Rucci.

El debate sobre los años 70 en la literatura

ENTREVISTA AL AUTOR DE “OPERACION TRAVIATA

“El objetivo era apretar a Perón”

“En 1973, yo tenía 22 años y trabajaba en la revista El descamisado. Una tarde apareció Firmenich en la redacción y nos dijo que Montoneros había matado a Rucci”, revela Ricardo Roa (actualmente editor adjunto del diario Clarín) durante la presentación del libro Operación Traviata (Sudamericana), en la Feria del Libro. La autoría del atentado que acabó con la vida del dirigente sindical, en 1973, nunca fue asumida públicamente por la organización guerrillera y fue atribuida a la Triple A y a la CIA. El periodista Ceferino Reato reconstruyó uno de los episodios más trascendentes y menos explorados de la turbulenta vida política argentina de los años 70. Después de la presentación, de la que también participaron Nelson Castro y Sergio Buffano, el autor del libro, del que ya se vendieron más de 45.000 ejemplares, conversó con LA GACETA Literaria.

- En la introducción a su libro usted marca una tendencia ampliamente mayoritaria en la bibliografía que enfoca la década del 70: una concepción políticamente maniquea del pasado, que se considera determinado por continuidades históricas. ¿Cree que ese tipo de abordaje no responde a la lectura que la mayor parte de los argentinos hace sobre su historia reciente?

- Creo que ahora no. Tal vez en los primeros tres años del kirchnerismo hubo en las grandes ciudades, en sus sectores medios, un consenso sobre la visión propuesta desde el oficialismo, que divide los 70 en dos grupos, en buenos y malos. Y el kirchnerismo como heredero virtuoso de los buenos: aquellos jóvenes que querían cambiar la Argentina y la región, y que eran una suerte de vanguardia iluminada de la clase trabajadora y de los sectores populares. Ese consenso fue deteriorándose y creo que estalló con el conflicto entre el Gobierno y el campo, que terminó con la hegemonía del kirchnerismo. Tanto es así que en su último discurso antes de la votación en el Senado, Néstor Kirchner vincula los cortes en las rutas con los grupos de tareas de la dictadura y con los comandos civiles de 1955, pero no logra el efecto buscado. Creo que ahora la gente es proclive a una visión más matizada y compleja de lo que pasó en los 70, que no libre de culpas a la guerrilla, especialmente a la que actuó durante la democracia peronista, entre 1973 y 1976, cuando el ERP se mantuvo en la clandestinidad y Montoneros tenía un pie en ambos lados.

- ¿Le preocupa que su libro sea leído en clave política, como un cuestionamiento al discurso kirchnerista, al enfrentar el idealismo setentista con un crimen injustificable según su propia escala de valores?

- No, no me ha preocupado. Una vez publicado el libro, la clave de lectura pertenece a los lectores. Creo que el discurso kirchnerista es un discurso político, es decir artificial, fabricado, “construido” diría la Presidenta; y que, como todos los discursos políticos, persigue ciertos objetivos. El objetivo ha sido lograr el consenso de los sectores medios urbanos y convertirse en un mecanismo de legitimación. Eso se ve claro en la defensa del Gobierno que hicieron las Madres y las Abuelas durante el conflicto con el campo, algo que no tenía mucho que ver con los derechos humanos, al menos en un sentido estricto. Las Madres y las Abuelas se han convertido en una suerte de escudo moral del kirchnerismo; fíjese que, en cambio, nunca han puesto el ojo en las denuncias sobre presuntos casos de corrupción del oficialismo. Esta es una gran pérdida para la sociedad civil porque deslegitima, en parte, organismos que eran de todos; los parcializa, los politiza.

- ¿No le sorprendió que muchos ex militantes tanto de Montoneros como de la FAR destacaran la revisión que hace su libro?

- No, porque creo que a ellos les hace bien: es muy difícil vivir con la carga de haber participado, de alguna manera, en actos que implicaron tanto sufrimiento para sus semejantes. Me parece que esto los alivia. Creo que ellos y muchos otros hablarían más, contarían más verdades, si no sintieran la amenaza de que algún juez pudiera enviarlos a la cárcel.

- ¿Por qué Montoneros no asume públicamente el asesinato de Rucci?

- Algunas fuentes dicen que no lo hacen para no enemistarse públicamente con Perón y no darle la excusa para romper definitivamente con ellos, ya que el objetivo de este atentado era apretar a Perón -en aquel momento presidente electo- para que volviera a tenerlos en cuenta en el reparto del gobierno y de los cargos en el Movimiento. Ellos no querían romper con Perón y veían en el atentado un hecho político, como si fuera un acto o una solicitada. Eran, además, otros tiempos, llenos de violencia política, y los guerrilleros no eran los únicos que protagonizaban estas situaciones. También es cierto que la violencia política no empezó con ellos en nuestro país.

- Desde el punto de vista estratégico, ¿no era de una ingenuidad extrema pensar que el atentado llevaría a Perón a incorporar a Montoneros al movimiento?

- Yo creo que, mirado desde el presente, sí. Los montoneros estaban en plena disputa con Perón por la conducción del peronismo y del país, y eso era un error, porque Perón estaba grande y enfermo. Pero no podían esperar: sentían que el socialismo estaba ahí, que sólo había que apurar las cosas. Y eran muy jóvenes, “imberbes” según me dijo Perdía.

- ¿Cuánto influyó el atentado en la vida política de la Argentina? ¿Qué habría pasado si los organizadores hubieran decidido abortar ese atentado?

- Es difícil hacer ese tipo de conjeturas. Posiblemente, si no hubieran atentado contra Rucci, Perón no habría endurecido su discurso contra ellos, algo que, por lo menos, creó el clima para la aparición de la Triple A dos meses después. Implicó un alza en el nivel de violencia política, que fue llevando a los montoneros a la militarización completa, a fuertes divisiones y a la clandestinidad. Todos los grupos fueron encrispándose y preparándose para la gran tragedia nacional. Para Perón, la muerte de Rucci fue una pérdida muy grande, porque era quien le garantizaba el control sobre el sindicalismo, que era uno de los pilares del Pacto Social y, en consecuencia, de su plan de gobierno. El asesinato también afectó la salud de Perón en una medida difícil de determinar, porque fue un gran golpe para el General. Fue un error político lamentable, por el que la Argentina pagó un gran costo.

UNA NOVELA INCOMODA
Timote: secuestro y muerte del general Aramburu

Timote (Planeta) admite múltiples y contradictorias lecturas. Eso se advirtió durante la presentación del texto de José Pablo Feinmann en la Feria del Libro, en las interpretaciones que ofrecieron el escritor Guillermo Saccomanno y el sociólogo Horacio González. El primero, después de marcar la dificultad para clasificar un texto que parece oscilar entre el ensayo ficcionalizado y la novela con elementos ensayísticos, afirmó que la obra condena el asesinato del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu a manos de Montoneros. González, en cambio, dijo que él entiende que Feinmann no sentaba una posición. El autor entró en escena como tercer orador y confirmó la hipótesis de González. “En Timote, que es una novela, yo no tomo partido”, sentenció.

El 29 de mayo de 1970, el comando montonero integrado por Mario Firmenich, Fernando Abal Medina y Carlos Ramus secuestró a Aramburu en su casa y lo trasladó hasta un sótano de una quinta que el tercero de los secuestradores tenía en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, llamado Timote. Gran parte del libro gira en torno de los diálogos que sostiene Aramburu con su captor, Abal Medina. Son dos católicos que hablan sobre Dios, que discuten socráticamente y que van tejiendo una relación que le dificultará al segundo matar al primero. Sus compañeros se lo advierten, le dicen que debe pensar en la masacre de José León Suárez y en el fusilamiento del general Valle; en las ideas, y no en el hombre.

¿Se trata de un asesinato o de un ajusticiamiento? Esta pregunta plantea el libro y se la formula Aramburu a Abal Medina, a quien le indica además que resulta ilegítimo que ellos se arroguen la representación popular. Abal Medina le contesta que el pueblo festejará en las calles su muerte. Y Feinmann, en la Feria, lo ratifica: “los pobres querían que lo mataran a Aramburu”.

A la hora de juzgar la muerte del militar la distingue, indirectamente, del caso Rucci. “No resulta justificable ninguna muerte bajo un gobierno democrático”, lanza Feinmann e introduce un matiz en el caso que desarrolla literariamente su novela: “a esta altura de mi vida yo divido los hechos en dos grandes grupos: los que favorecieron el golpe del 76 y sus consecuencias, y los que no lo hicieron. La muerte de Aramburu entra dentro del primer grupo, porque él fomentaba la caída de Onganía y un acuerdo con el peronismo para llamar a elecciones. Y eso hubiera evitado mucha sangre”.

Para construir el personaje de Abal Medina, Feinmann le mandó el borrador de su novela a su hijo, Juan Manuel Abal Medina, actual vicejefe de Gabinete, quien hizo una larga serie de apreciaciones para llenar los huecos que dejó la historia en el personaje. En el relato que hace Firmenich para La causa peronista aparece un Aramburu que muere con gran dignidad. Ese es el Aramburu que aparece en Timote, pero además llena lo que no dice Firmenich de los cuatro días en que estuvo secuestrado antes de que lo mataran.

En ese tiempo, el autor monta el duelo intelectual (que contiene debates presentes en la política argentina) entre Aramburu y Abal Medina, a quien construye como un hombre atormentado pero valioso. El antagonista, para el narrador, es Firmenich.

© LA GACETA

Fragmento de la novela:

(Aramburu) -Yo estoy pagando por la sangre derramada de Valle. La historia es eso. Una cadena de venganzas. Mi sangre va a reclamar la de ustedes. Matándome se condenan a morir, a que los maten. Alguien me va a vengar. No lo dude. Alguien, alguna vez, se va a sentir con tanto derecho como ustedes ahora. Este país todavía no conoce la furia del Ejército Argentino. Tenemos un Ejército formado por la OAS y por la Escuela de las Américas. Si usted supiera en serio, a fondo, lo que se enseña allí, vacilaría.

(Abal Medina) -Nosotros también nos formamos para la guerra. Pero no nos formaron torturadores, sino revolucionarios. No se equivoque. No va a conseguir que tenga miedo. Ni que vacile.

-Hágase esta pregunta. Se la hizo Gutiérrez de la Concha a Castelli, cuando este se preparaba para fusilar a Liniers. Le preguntó...

- No se gaste, general. Hace tiempo que yo me hice esa pregunta. Me sorprende que usted la conozca.

- Son sus prejuicios. Cree que los militares somos brutos.

- Podría pasarme la noche ofreciéndole pruebas. Volviendo a Castelli: Castelli era abogado. Gutiérrez de la Concha le preguntó qué jurisprudencia era la que lo autorizaba a matar prisioneros. Una pregunta tonta. Castelli era un revolucionario. El y su amigo Moreno. La jurisprudencia eran ellos. Toda revolución crea su propia jurisprudencia. ¿O ustedes hicieron otra cosa? También la contrarrevolución crea sus propias leyes. O deroga las de los revolucionarios.

- Gutiérrez de la Concha dijo algo más.

- A ver, general. Dígalo. ¿Lo leyó en Billiken?

- Voy a dejar de lado esa ofensa. Olvidemos a Castelli. Si cree que mis citas vienen del Billiken voy a evitarlas. La cuestión se la voy a plantear yo. Con mis palabras. Porque son mis ideas.

- Soy todo oídos.

- Usted se me presenta como un revolucionario. Quiere cambiar el régimen al cual yo pretendo integrar a Perón. Usted, por el contrario, quiere usar a Perón para destruirlo. También Castelli quería cambiar un régimen. Fusilar a Liniers era parte de ese cambio.

- Parte sustancial de ese cambio.

- Gutiérrez de la Concha le pregunta: doctor Castelli, ¿qué clase de sistema es el que empieza de este modo? ¿Qué clase de sistema empieza fusilando prisioneros indefensos?

- No busque conmoverme, general. Son demasiados argumentos para defender apenas una vida. Aunque sea la suya. Gutiérrez, a quien llamo así para evitar la parte incómoda de su apellido, decía boludeces, con perdón. Una revolución tiene el derecho de matar a quienes quieren impedirla. Si empieza así, empieza bien. Usted me plantea una cuestión de ética política. Una mariconada liberal. Todo sistema que empieza matando empieza mal. ¿Usted me plantea eso? ¿El fusilador Aramburu? Toda revolución que empieza y no mata cuando tiene que matar está perdida.

- Van a matarme entonces.

Fernando no responde. Se toma un tiempo que a Aramburu le parece eterno. Después, sin solemnidad, pero con cierto aire marcial o con una clara dureza, dice:

- General Aramburu, el Tribunal lo sentenció a la pena de muerte. Va a ser ejecutado en media hora.

Princesa, hoje você faz 15 anos.

Que lindo tempo de festa, de anos dourados, de risos e cores transformando o céu num manto cor-de-rosa com estrelas cintilantes.

Quanta ternura traz hoje o seu grande dia, onde a graciosidade deste momento transforma o Universo num palco encantado em que você é o centro de tudo que é belo.

Parabéns linda menina que sonha, que dança, que reluz mais que a lua e ofusca a mais florida primavera com o seu lindo sorriso.

Parabéns doce e encantadora debutante.

Hoje é o seu aniversário. 15 anos! Inesquecível momento.
Gosto muito de você.

A sua cultura vai sempre ser a mesma, não importa quantos anos passe, quantas fases serão colocadas à sua frente, você pode mudar tudo, mas não de pessoa.

O passarinho,
E seu paraíso,

Viveu por anos, tentando voar alto, ate o dia que foi apresentado ao lugar mais único e jamais visto, viveu feliz, enfrentando todos os desafios existentes; paraíso que o passarinho viveu era belo, fortes flores ao seu redor, mais o tempo foi passando, e o passarinho o tal paraíso o negou algo, e continuou negando, e o passarinho sofreu sozinho, mais não desistiu !
Passarinho gostava mesmo do paraíso, viveu por tanto tempo La...
Ate o dia, que o parais abriu suas portas que impedia o vento de entrar, foi assim que o passarinho entendeu, que ele sim, foi um paraíso, e o tal paraíso, foi apenas um pássaro sem rumo, e mal sabes que, o passarinho sempre estará alo...
O esperando... E viverem felizes novamente !

"Vão se passar mil anos e a sociedade humana continuará a mesma. As cobranças passarão por mudanças ao longo dos anos, mas a essência será eterna!"

Velhote: Temo que eles sejam uma raça sem propósito. Já estou aqui faz 70 anos. Eu os conheço bem.
Klatus: E?
Velhote: Não consigo entendê-los.Eles destroem tudo, acho que jamais mudarão.
Klatus: Esta é a sua conclusão oficial?
Velhote: Eles sabem qual é o destino deles, eles sentem. Mas não podem modificar.
Klatus: Está decidido. Irei começar com o processo imediatamente. Precisamos nos preparar para irmos embora.
Velhote: Eu ficarei.
Klatus: Não pode ficar aqui.
Velhote: Eu posso, e ficarei.
Klatus: Se você ficar, morrerá.
Velhote: Eu sei. Está é minha casa agora.
Klatus: Você mesmo falou que eles só sabem destruir.
Velhote: É verdade. Mas ainda há outro lado...Veja...Eu os amo. É um sentimento estranho. Não sei como explicar a você. Por muitos anos arrependi por ter vindo. A vida humana é difícil. Mas se esta vida chegar ao fim...considerarei que tive sorte por tê-la vivido.

Tudo bem que ainda não cheguei aos cinqüenta anos, e creio que no pique em que encontro-me será uma experiência maravilhosa...

Foram muitas bobagens durante esses anos
alegrias q eu tive o orgulho de participar
criei laços firmes (...) paredes altas (...) pontes sólidas

" Se foi pra terminar por quê que começou...
Tinha que ser pra sempre
Eu sei, tanta coisa mudou(...)

_Ê, saudade...
Que bate no meu coração
Sei que é tarde...
Mas não desligue não ♥

Ê, saudade...
Que bate no meu coração
Preciso dizer que te amo
Pra você lembrar

Nem toda água do mar
Nem a luz do luar
Tem o infinito
Que tem no seu olhar
Nem toda água do mar
Nem a luz do luar
Tem o infinito
Que tem no seu olhar "

Obriiigada por fazerem parte da minha vidááá (!)

Amo vocês ♥
ForeVer

Amigos eternos sempre terei vocês no meu ♥

Quantos anos você tem? Há quanto tempo você trabalha, nem sempre fazendo o que gosta? Está feliz assim? Plenamente feliz? Responda diante do espelho.

Cada pessoa vem ao mundo com uma missão maravilhosa a cumprir, mas poucas descobrem isso a tempo. A maioria segue sendo empurrada pelas tarefas do dia-a-dia, até que as pernas cansam, os olhos nublam e...

Por que isso acontece? Por que há tanta gente chateada, recebendo menos do que têm direito? Por que a vida parece tão injusta para a maioria, enquanto alguns poucos gozam como reis?

Diferenças sociais, culturais, falta de oportunidade... será que é mesmo isso? Ou melhor, será que é SÓ isso?

As condições podem ser diferentes no início de nossas vidas, mas estamos cheios de exemplos de pessoas que vencem condições adversas e hoje contam histórias de sucesso. Da mesma forma, conhecemos muita gente inteligente, capacitada e trabalhadora, penando para sobreviver...

Será que o sucesso é realmente definido pelo berço ou pela sorte?

Não seja tão ingênuo. Olhe para qualquer pessoa bem-sucedida e veja a sua história de luta. Não estou falando de ricos herdeiros, mas daqueles que desbravam novas terras. Estou falando de empresários, artistas, empreendedores e líderes, de um modo geral. Pessoas que suam a camisa por muitos anos, antes de alcançarem o posto que almejam.

Será que é preciso treino e dedicação para se tornar um Ronaldinho, Guga ou Ayrton Senna? Quanto treino? Quantas horas por dia? Por quantos anos? O que eles fizeram antes de se tornarem ídolos? Pare e pense.

Será que o Sílvio Santos teve as condições ideais quando começou? Será que ele tinha sábados, domingos e noites livres para se divertir, antes de construir seu império? Ou será que ele trabalhou duro, por vários anos, até chegar aonde está?

Artistas de TV e modelos fotográficos: será que é fácil desenvolver esses talentos, manter a forma com exercícios e dietas, mudar o cabelo, viajar e encarar o mundo ainda jovem, em nome de um sonho que a família inteira contesta?

Por quanto tempo Gilberto Gil, Tom Jobim ou Marisa Monte tiveram que estudar música para chegarem ao nível de produção sofisticada e reconhecimento que alcançaram? Quantas noites sem dormir, compondo e treinando, às vezes na estrada, longe dos seus?

Exceções existem, mas a regra é clara: visão, determinação e consistência. Basta olhar ao seu redor e pesquisar as pessoas de sucesso, reconhecidas e valorizadas pelo seu trabalho. São pessoas que estudaram muito e abdicaram do lazer por vários anos, antes de se tornarem o que são. Elas superam provações que talvez você não conseguisse suportar. Reconhecer isso é o primeiro passo para vencer também.

Pessoas de sucesso não perdem tempo descansando antes da hora. Tudo é planejado e racionado, até que ultrapassam a linha de chegada. Essas pessoas não se dão desculpas e têm suas prioridades muito claras. Elas mantém o ritmo apesar dos obstáculos e não reclamam das condições em que se encontram. Elas simplesmente criam escudos e vão a luta, sem esperar que os outros facilitem as coisas. Nada abala a confiança e a atitude dos vencedores.
A paixão que move montanhas

Um traço de caráter que você vai encontrar em todas essas pessoas é um profundo amor pelo que fazem. Elas entendem claramente sua missão e não desistem jamais. O vencedor nunca desiste de ser feliz.

Para chegar a esse grau de comprometimento, só há um meio: descobrir sua verdadeira vocação e focalizar, com toda a energia, um alvo lá na frente. A partir daí, não importam as dores, renúncias, críticas e perdas. Nada pode impedir uma pessoa determinada a perseguir sua realização. Erros e atrasos podem acontecer, desde que a bússola continue apontada para a direção correta.

Qual direção? Cada um sabe a sua. Se você abandona sua vocação por medo de não ter espaço no “mercado de trabalho”, pela opinião dos outros ou pelas condições impostas pela vida, fique atento às oportunidades. Você pode mudar isso a partir de hoje. Basta querer realmente buscar sua realização.

A maioria das pessoas vivem pela metade porque não sentem paixão pelo que fazem. Por isso, valorizam demais o tempo de descanso e lazer, para esquecerem que desistiram de sonhar.

Por outro lado, pessoas que investem o tempo naquilo que realmente toca o coração, têm um brilho diferente nos olhos e seu ímpeto contagia os outros. As portas se abrem com mais facilidade quando se é autêntico, conhecedor e determinado. Quando toda a sua energia é alinhada com a missão pessoal, você é capaz de realizar o que parecia improvável.
A crença inabalável

Grandes vencedores recebem críticas no caminho rumo ao sucesso. É praticamente impossível chegar ao topo sem levar pelo menos uma porta na cara e ser chamado de louco, simplesmente porque a maioria das pessoas que estão ao seu redor não entendem essa determinação.

De um modo geral, familiares e amigos sentem dificuldades em perder peso, largar vícios, economizar dinheiro ou cumprir qualquer outra renúncia, pois não conseguem enxergar um objetivo a longo prazo. Eles não têm definidas claramente suas prioridades. Por isso, sentem desejos dispersos e não conseguem dar continuidade quando iniciam alguma coisa.

Por outro lado, as pessoas de sucesso sabem exatamente aonde querem chegar e superam qualquer abstinência com um pé nas costas. Tudo o que está no caminho de atrapalhar suas realizações é imediatamente posto de lado, sem questionamento. A dor de desviar a rota é maior do que renunciar a um prazer passageiro.

Os vencedores têm uma crença inabalável de que vão chegar aonde querem, e que todo sacrifício vale a pena porque as recompensas serão maiores lá na frente. Ou seja, qualquer renúncia agora será compensada futuramente, por um prazer intenso de realização.

Voltando as pessoas comuns, que não têm certeza do que plantam, renunciar a qualquer coisa não faria sentido. Afinal, não há uma recompensa maior em jogo que justifique sacrificar seus prazeres momentâneos.

Essa crença inabalável é muitas vezes confundida com fanatismo, mas na verdade é apenas um nível elevado de determinação e concentração de energia. Enquanto o fanático acredita e espera que as coisas aconteçam, o vencedor acredita e faz as coisas acontecerem. É uma sutil diferença, que significa muito.

Existe uma boa dose de inocência na crença inabalável, mas a felicidade reside justamente aí, na caminhada. Enquanto o vencedor acredita plenamente em seus sonhos, ele vive sorridente, com o brilho nos olhos, realizando suas tarefas diárias com mais intensidade. Isso, por si só, justificaria a melhora dos relacionamentos, um aumento de produtividade, atenção e aproveitamento das oportunidades; o que, fatalmente, aproxima suas conquistas.

A diferença entre um vencedor e pessoas comuns está basicamente aí, no ânimo e direcionamento de suas ações. Enquanto a maioria leva a vida em círculos, desperdiçando energia em várias frentes, os determinados seguem velozmente em linha quase reta.

O pacto com a própria sorte

Para um vencedor, o acaso é previsível. É óbvio que erros e acertos acontecem, da mesma forma em que alternam as condições favoráveis. Ou seja, não há o que esperar da sorte!

Ao contrário da maioria, que espera por milagres, prêmios acumulados da Sena, heranças e outras soluções que raramente caem do céu, as pessoas de sucesso preferem investir seu tempo construindo uma estrada que os leve até os seus objetivos.

Não importa o tempo, as condições climáticas ou as interferências externas. O vencedor sabe que só precisa construir um pouco a cada dia para chegar aonde quer. A estrada pode levar anos ou décadas para ficar pronta — e nem todos conseguem construí-la inteira —, mas é possível medir sua evolução.

Esse pacto com a própria sorte dá uma segurança muito grande às pessoas de sucesso. Elas sabem que nada pode destruir o que construíram. Um vendaval pode até obrigá-las a reconstruírem partes da estrada, mas jamais retornam à estaca zero. Elas progridem sempre.

Eu não sei em qual grupo você se encontra hoje, mas te asseguro que vale a pena agir diferente da média. Vale a pena escutar as críticas e bater com a cara nas portas, se você está seguro da própria missão.

Uma vez definido o que você quer, basta caminhar em linha reta. Se tiver obstáculos, pule, desvie, derrube... mas jamais perca a direção dos seus sonhos!

Se você tiver esse comprometimento por um prazo de dois a cinco anos, dedicando parte do seu tempo livre a construir a própria estrada, tenho certeza que vai ser mais feliz.

Quanto mais rápido você caminhar, melhor será. Cada dificuldade superada servirá como estímulo para novas vitórias, e os primeiros frutos serão doces como o mel.

Em cinco anos, você terá uma surpresa...

Agora que tu voltaste
Depois de tantos anos de luta em gloria pelo mundo alem
Vem comigo!
Oh alma do abandono
Vem vaguear um pouco pela cercamilha da humilde casa
Que evitaste outrora
Chega de Amim não tenhas medo
Eu sou teu guia do espírito do bem que a muito te acompanha
Vem comigo rever o pomar
Onde à tardinha aves enamoradas vinham falar de amor
Do alto das ramadas
Era aqui a sombra desta arvore ressequida hoje
Órfão de folhas e de flores que a sombra de sua vida
Enternecida entoada as canções dos teus amores
Tudo deserto esta a fonte do deceu
A passarada aqui não gorjeia mais
Nem se houve o voseiril da criançada
Nem a voz de seus pais
Conta poeta de franje acaricida
A tua historia como vida de homem que muito amou
Que muito sofreu
Conta que hoje sozinho sem nada teres realizado
Vá seguindo teu caminho
Abençoando no presente o que sofreste no passado

VINTE E TANTOS ANOS

Andando pelas ruas,
deparo com um homem,
me chama a atenção, seus passos lentos,
demonstrando tamanho desalento.
Aparência sofrida...Parecendo descrente da vida.
Andar cabisbaixo... Semblante sombrio... esguio.
Aparentando muito sofrimento... Puro abatimento!
Parecendo não ter forças,nem sonhos, nem esperanças,
Penso até que de si já desistiu.
Afinal! Já é um homem velho...
Tem lá, seus vinte e tantos anos!

Nhá Bába


A querida Nhá Bába, era uma senhora magra e alta, negra e beirando uns 100 anos.


Era minha vizinha no Parque Edu Chaves, uma das vilas do folclórico bairro do Jaçanã, bem na divisa de Guarulhos, aqui em São Paulo.


Quando criança, o bairro era uma fazenda que vinha se apovoando. Tinha gado, mato, riachos, muitas árvores e um crescente número de pessoas novas que vinham na oportunidade de adquirir seus terrenos e construir suas casas.


Era o início dos anos 60, pois o Presidente Kennedy ainda não havia sido assassinado.


A Avenida principal, onde eu nasci, era a única que recebera por aqueles dias um calçamento de paralelepípedos.


Eu morava em uma casa em uma das esquinas da Avenida principal, a qual ainda é nossa, da família.


Nhá Bába.


Vejam bem: em 62 eu tinha 6 anos e a Nhá Bába quase 100.


Voltando a ela, era muito bonita considerando a idade que tinha.


Magra e alta, perto de 1,80m, vestia-se sempre com vestidos longos, alvos e soltos.


Jamais a ví sem um turbante.


No bairro, os terrenos eram todos grandes, quase todos com no mínimo 50 mts de fundo e com a testada não inferior a 10 mts.


A casa da Nhá Bába era de madeira, como aquelas que vemos ainda em Curitiba ou nas cidades do Mato Grosso do Sul; bonitas e bucólicas.


Nhá Bába sentava-se sempre no terreiro, debaixo de uma Palmeira centenária e de bom papo, conversava todas e todas as tardes com a vizinhança.


Falava dos seus pais, das suas lembranças em Minas, da fazenda onde nasceu e cresceu, dos irmãos sumidos, dos filhos mortos. Falava da imensa alegria por estar morando em São Paulo.


Era uma figura impar.


Fumava um cachimbo de barro e benzia a criançada com tosse comprida, íngua e quebranto.


Muito plácida, parecia ser a conselheira das jovens mães, pois na época minha mãe não tinha mais que trinta anos, considerando-se os oitenta e um que ela tem hoje.


Naquele terreiro da casa da Nhá Bába, tinha galinha, muito passarinho e um aconchego de casa de vozinha.


Nem cerca tinha a casa da Nhá Bába.


Sei que morar lá e perto da casa da Nhá Bába marcou muito a vida das pessoas.


Eram anos dourados. Quando chovia tinhamos no ar aquele cheirinho de mato molhado; escutávamos nos riachos que eram límpidos o canto da saracura.


Não havia maldade. Todos, desde os mais idosos, como os mais novos tinha espírito de criança.


As tardes eram mais coloridas e as familias mais unidas.


Os vizinhos, como a Nhá Bába, eram parte das nossas familias. Todos se cotizavam por alguém doente, por ajudar um amigo.


Fazia-se bolo e mandava-se sempre um pedaço à casa do vizinho.


Foi da casa da Nha Bába que tive o primeiro contato com a Festa de Reis. Muitos de seus parentes, outros velhos negros do bairro, cultivavam o folclore já praticamente desaparecido da cidade.


Rezava-se a novena em um santuário na Casa da Nhá Bába, com praticamente todas as mães do bairro.


Nhá Bába transmitia tanta dignidade que jamais poderei esquecer daquela figura maravilhosa, uma rainha negra que tive a oportunidade de conhecer.

Sempre existirá saída...

Um dia, um menino de 3 anos estava na oficina do pai, vendo-o fazer arreios e selas. Quando crescesse, queria ser igual ao pai. Tentando imita-lo, tomou um instrumento pontudo e começou a bater numa tira de couro. O instrumento escapou da pequena mão, atingindo-lhe o olho esquerdo.

Logo mais, uma infecção atingiu o olho direito e o menino ficou totalmente cego. Mesmo assim aprendeu a ajudar o pai na oficina, trazendo ferramentas e peças de couro. Ia para a escola e todos se admiravam da sua memória. De verdade, ele não estava feliz com seus estudos. Queria ler livros.

Escrever cartas, como os seus colegas. Passava noites acordado, pensando em como resolver o problema. Ouviu falar de um capitão do exército que tinha desenvolvido um método para ler mensagens no escuro. A escrita noturna consistia em conjuntos de pontos e traços em relevo no papel. Os soldados podiam, correndo os dedos sobre os códigos, ler sem precisar de luz.

Ora, se os soldados podiam, os cegos também podiam, pensou o garoto. Procurou o capitão Barbier que lhe mostrou como funcionava o método. Fez uma série de furinhos numa folha de papel, com um furador muito semelhante ao que cegara o pequeno. Noite após noite e dia após dia, Louis trabalhou no sistema de Barbier, fazendo adaptações e aperfeiçoando-o.

Com persistência, Louis Braille foi mostrando seu método. Os meninos do instituto para cegos onde estava morando agora se interessavam. À noite, às escondidas, iam ao seu quarto, para aprender. Finalmente, aos 20 anos de idade, Louis chegou a um alfabeto legível com combinações variadas de um a seis pontos.

O método Braille estava pronto. O sistema permitia também ler e escrever música. A idéia acabou por encontrar aceitação. Semanas antes de morrer, no leito do hospital, Louis disse a um amigo: "Tenho certeza de que minha missão na Terra terminou." Dois dias depois de completar 43 anos, Louis Braille faleceu. Nos anos seguintes à sua morte, o método se espalhou por vários países.

Finalmente, foi aceito como o método oficial de leitura e escrita para aqueles que não enxergam. Assim, os livros puderam fazer parte da vida dos cegos. Tudo graças a um menino imerso em trevas, que dedicou sua vida a fazer luz para enriquecer a sua e a vida de todos os que se encontram privados da visão física.

Há quem use suas limitações como desculpa para não agir nem produzir. No entanto, como tudo deve nos trazer aprendizado, a sabedoria está, justamente, em superar as piores condições e realizar o melhor para si e para os outros.

"Quem você é fala tão alto, que não consigo ouvir o que você está dizendo".

Espero que por muitos anos eu tenha força para lutar contra o preconceito, a hipocrisia e a droga...Que minhas palavras estimulem ações que provoquem mudanças para a conscientização de pessoas, que meus "gritos" escritos se propaguem nos ouvidos de pessoas dispostas a resgatar vidas,que muitos entrem nessa luta em favor da vida ...contra a exploração humana.

OCHELCIS AGUIAR LAUREANO


Foi na nossa igrejinha de tantas histórias...Meados dos anos 80.

Lembro-me que era uma noite bem curitibana. Quarta-feira , chuva fina e fria. Pouquíssimas pessoas a ouvir minha mensagem pastoral.

Ao final do culto, quando os abraços da despedida sacramentavam a beleza da amizade, pedi ao único visitante para ficar em pé e se apresentar.

Um senhor de cabelos prateados, extremamente simpático, levanta-se do último banco, caminha até o pequeno púlpito, me abraça e diz:

- “Seu pastor, que bom ouvir o senhor! A gente quanto mais velho mais vai aprendendo coisas”.

Os fiéis, atentos àquele irmão estradeiro, passa então a ouvir algumas saudações carinhosas que culminam com sua auto apresentação em tom de "barítono-alegro-com-brio":

- “Sou um estudioso do folclore brasileiro. Digamos...um poeta sertanejo! Fui aluno e amigo de Villa-Lobos. Mas o que eu gosto mesmo é de gente alegre!”

E continuou serenamente:

- “Talvez pelo meu nome os senhores não me conheçam. Mas tenho certeza que já cantaram minha música! É uma das canções mais conhecidas no Brasil! Posso dizer que abaixo de nosso Senhor, que me deu inspiração, vivo dela! Eu sou Ochelcis Aguiar”!

Nossos fiéis ficaram na mesma! Ouvi o forte silêncio do suspense que só foi quebrado depois que ele completou !

- "Sou Ochelcis Aguiar, mais conhecido como Laureano, e mais conhecido ainda, como o autor da música “Marvada Pinga”.

Depois dos risos e muitas palmas , eu e meus fiéis, até então preparados para ir embora, pegamos pelo braço esse gigante da nossa cultura e o levamos para o salão social da Igreja.

Ninguém quis lhe dar sermão pela controvertida e imortalizada letra. Ao contrário! Uma improvisada noite lítero-musical foi até mais tarde, com os fiéis sobriamente-embriagados.

E assim saudamos a cultura do nosso chão preto, chão menino, chão do coração...E assim saudamos o compadre Laureano.

Quem quiser saber mais sobre o saudoso Laureano, há muita coisa por aí...

Sobre essa história que vivenciei... só aqui!

A ele, portanto, um brinde com sabor de sassafraz...!

Carlos Alberto

O casal é como um bom vinho, com os anos vai madurando e melhorando.

"Sempre não tive a idéia fixa de que a velhice me traria muito? Em meus jovens anos escrevi em algum lugar: primeiro nós vivemos nossa juventude, em seguida nossa juventude vive em nós. Não sei bem, ainda hoje, o que eu queria dizer com isso outrora. Mas eu tinha realmente medo de não atingir a idade de viver esta experiência; eu o sabia profundamente, uma longa vida, com todas as suas dores, vale ser vivida,. Claro, o valor da vida pode nos ficar escondido pelos desgastes sofridos pela nossa carne, nosso espírito (...) do mesmo modo que a juventude mais empreendedora pode se ver entravada em sua felicidade e em seu sucesso, por um fatal concurso de circunstâncias; mas, por além das perdas, a velhice adquire muito mais que a famosa aptidão à serenidade e à lucidez: ela permite que se chegue a uma plenitude mais acabada."

Historia (Platão)


Há dois anos me envolvi quase por completo em uma amizade sem explicações.

Era como se eu já o conhecesse há tempos.

No começo, superficialmente nos falamos sem nenhum interesse. Semanas depois já sentia necessidade de estar ao seu lado.

Saíamos, dançávamos, riamos. E apenas isso não me completava. O que eu sentia não era mais amizade.

Passei noites pensando como diria isso a ele, pois eu sabia que o interesse dele era em sermos apenas amigos. E eu não queria magoá-lo mesmo sendo em prol da minha felicidade amorosa.

Mas um dia não pude mais conter meu sentimento, e em um momento íntimo da nossa amizade resolvi contar a ele tudo que estava guardado em mim.

Me surpreendi, pois a reação dele não foi de surpresa. Ele apenas riu e disse que tudo que eu havia dito ele também sentia, desde o começo, mesmo antes de nos conhecemos.

Me disse ainda que seu amor se baseava em algo essencialmente puro e desprovido de paixões e que não se fundamentava num interesse físico. Ele me via como um ser magistral, e que tinha medo de me amar como os outros amam, pois o seu carinho por mim era perfeito á visão dele, que éramos felizes com a situação que estávamos vivendo, e de mim ele não queria mais nada, além de me ter ao seu lado me fazendo feliz.

ave maria kéeeeeeeeeeeu

“Descansar”



...a fala traída pelos anos de amor derramado,tempo perdido.

...a decadência de seu ensaio de desculpas,tépido bate papo.

...a transparência ofuscada pelo descaso das frias noites em claro.

...a perdição que te implora e que nunca vai embora.

...a comovente espera de paz,detalhes ás vezes tão esquecidos.



...o pôr do sol que tantas brigas deixou de iluminar.

...o suspirar que traz dor à memória,particularidades nada envolvente.

...o apreço que desconheço,oriundo de um mal querer qualquer.

...o desassossego que acompanha tua voz,sussurros deixados ao léu.

...o cansaço perpetrado pelos erros maiores,pequena é minha aflição.

Ha aproximadamente 15 anos atrás quando eu era apenas uma criança, um anjo procurou-me e confiou a mim uma missão muito importante, ele me disse que o anjo mais lindo e mais especial do senhor havia sido enviado a terra, para levar alegria aos corações das pessoas que tenham o prazer de conhecê-lo.

E que o meu dever é proteger, amar, dar alegrias e muito carinho a este anjo, aquela situação me deixou espantado e sem entender muito do que estava acontecendo, eu perguntei a ele, como iria fazer isso sendo tão pequeno e fraco, ele me respondeu, que ia fazer com que eu crescesse e me tornasse uma pessoa com potencial para realizar tal tarefa.

Ele também me disse que eu iria ter que procurar por este anjo e que durante esta procura, eu iria encontrar varias dificuldade, entre as quais fogo e água, sol e chuva, calor e frio, tristezas e alegrias, e que algumas vezes eu iria ate me enganar achando que avia encontrado o meu anjo, e que por estes erros eu “iria pagar caro”, pagar com solidão e sofrimento, mas que as duas maiores dificuldades mesmo iam ser conquistar o meu anjo e o tempo.

O tempo por que ele ia fazer com que eu ficasse ansioso e em alguns momentos ate pensasse em desistir, mas ele também disse que conquistar meu anjo não iria ser nada fácil, mas eu deveria persisti, persisti ate conseguir. E antes que ele encerra-se a conversa eu perguntei como ia saber quem é o meu anjo e ele me respondeu que eu iria saber quando o encontra-se, e que ia ser recompensado por todos os sacrifícios pelos quais passei e que o meu anjo ai ter o que lê foi prometido quando foi enviada a terra.

E agora tendo superado todas as dificuldades anteriores tenho certeza de que finalmente encontrei o meu anjo.
Gosto muito de você Lindinha

Voce è especial pra mim
Te AMO