Oscar Portela: una poesía que debe... Oscar Portela

Oscar Portela: una poesía que debe mirarse no leerse por Issa Martínez LLongueras

He aquí una muestra apenas de su decir poético, de su lirismo exquisito, contemporáneo y fuerte, que se derrama en la piel del lector. No, no es fácil converger en sus propuestas, para los conservadores o clásicos quizá sean atípicos sus poemas, para los que preferimos la profundidad, las imágenes, el verso libre sin corsé, encontraremos en las propuestas de Óscar Portela esa parte que nos completa en nuestra esencia humana y hasta en nuestros propios caminos poéticos.

Hay una filosofía simple en sus poemas, un simple discurrir de los tiempos y momentos, de los espacios, una franqueza arrolladora que no alcanzan a esconderse por debajo del dominio del lenguaje que caracteriza a su poesía.

Su poesía no tiene tanto que ver con la belleza (como tal), sin embargo, su poesía se hace bella por esa sencillez con la que mira el mundo, con esa resignación, con esa aceptación de sí mismo que no le exime del dolor. Su lenguaje, definitivamente, es un lenguaje de imágenes, por eso, el tipo de poesía que maneja Óscar Portela debe mirarse, no leerse, quien lo lee se queda fuera, quien mira y lleva las imágenes de su lenguaje a su mente, se estremece.

*/ La autora dirige entre otros medios la revista “Palabras Diversas”y de la Red Mundial de Escritores en Español (Remes)







Una breve visita al mundo del gran creador argentino realizado por la ensayista, poeta y directora de revistas literarias digitales Issa Martínez Llongueras.



Canto de Orfeo

poema de Oscar Portela



Y el canto, el canto, oh Dioses, que religaba

al hombre con la tierra: la dulce y beatífica

que penetrará en tus huesos y abrirá tu esqueleto

a la luz de los cielos, al viento de las sierras,

al mar, al mar, sus infinitas olas y todas las estrellas

que marca el destino de dioses y mortales,

el canto humano y celestial, demoníaco o santo,

El que ha huido del mundo

dejando tras de sí el desierto que crece,

la gran voz de los muertos,

las cenizas de la memoria que nada nombra

sino el precipicio que se adelanta de la nada:

Pronto Caronte, pon a tus remos alas

y que mi sombra y yo fulminados

seamos por el rayo que animó el canto

y es hoy sólo negra mortaja,

sólo hiedra ya seca sobre el muro que cierra

el desierto que crece, aquí en mi corazón

y en la voz de las zarzas hablaron a Moisés.



Como Constantino

poema de Oscar Portela



Cuando los Dioses nos retiran el habla,

soplo por el cual el alma canta y da

calor y neuma —todo soplo de vida—,

el ánima, empalidece y calla.

¿Cómo podría ser en su mudez

la roca, y preparar encuentros

con la luz de nuevos Dioses? ¿O

la luz tocar a diana, para " repatriándonos",

entrambos, despejar horizontes

y abrirnos al pétalo cerrado

que florece, como afirmaba Ekardth,

sin por qué?... La misma habla,

su naturaleza muta y la cizaña

sembrada en nuestros huertos,

pone cerrojos a la espera.

Empero, como Constantino

frente a la adversidad, debo mirar

caer los muros sin desertar las armas.

(los poemas pertenecen al libro Claroscuro)