⁠Soplo Sagrado En el silencio entre el... Raphael Mouro

⁠Soplo Sagrado

En el silencio entre el ser y el no ser,
un nombre eterno comienza a nacer.
Al inspirar el aire que entra en mí,
al expirar, el soplo llega a su fin.

Yod — combustible de la Luz en mí,
He — en el soplo que llega a su fin.
Waw — en el aire que entra en mí,
He — el último adiós que llega a su fin.

Es impronunciable, dice la tradición,
pues no estamos listos en esta dimensión.
Pero en cada aliento, en cada pulmón,
resuena lo Eterno en pura vibración.

Sin voz, sin sonido, sin dirección,
Dios se revela en la inspiración.
Cada respiro es una oración velada,
somos chispa de la Fuente sagrada.

Vivimos el Nombre, sin necesidad de decirlo,
pues Él vive en nuestro propio suspiro.
Y con cada aliento, sin darnos cuenta,
pronunciamos a Dios… mientras la vida se sienta.