⁠Y de repente un día te levantas y te... Lya Rocha

⁠Y de repente un día te levantas y te das cuenta de que lo mejor es estar en paz. En vez de estar enamorada, te das cuenta de que no pasa nada si no te escribe nadie, no importa si no te llaman, te das cuenta de que no necesitas a nadie, que no te necesita a ti.
Un día te levantas y le agarras el gusto a estar sola. Te enamoras de la vida, de la paz y la tranquilidad y te gustará estar tranquilo sin complicarte, sin forzar nada, sin aceptar menos de lo que eres, sin creer que el Mundo se está acabando por culpa de otra persona.
Un día te levantas y te das cuenta que tu felicidad depende de ti mismo.