Cuento de la zorra y las uvas


Naiana Carvalho
Naiana Carvalho
Educadora y especialista en Psicopedagogía

Una hermosa mañana de otoño, en el corazón de un bosque, una astuta zorra pelirroja paseaba en busca de algo para comer. De repente, su agudo olfato detectó un delicioso aroma en el aire.

Estaba hambrienta y curiosa, cuando un destello de colores en una enredadera cercana captó su atención. Al acercarse, la zorra descubrió un magnífico racimo de uvas maduras y jugosas. Salivando, decidió que esas uvas eran todo lo que necesitaba.

Sin embargo, la zorra no prestó atención a la desafiante altura de las ramas. Con agilidad y destreza, saltó tratando de alcanzar las apetitosas uvas. Decidida y bajo la atenta mirada de los demás animales, probó varios métodos ingeniosos para atraparlas. Sin embargo, por mucho que estiraba sus elegantes patas, con cada salto las uvas parecían alejarse más y más.

Tras varios intentos fallidos, la frustración de la zorra empezó a convertirse en descontento. Intentando disimular su derrota, exclamó en voz alta: "Estas uvas no deben de estar suficientemente maduras. Sin duda están agrias y no merecen la pena".

Los demás animales del bosque que observaban la situación se dieron cuenta de la intención de la zorra y de su intento de ocultar su fracaso.

Un búho sabio, que había visto todo desde lejos, se acercó a la zorra y le dijo: "Amiga mía, no es de sabios menospreciar lo que está fuera de nuestro alcance. Tal vez, en lugar de menospreciar las uvas, deberías reconocer que no siempre podemos tener todo lo que queremos".

Aquel día, la zorra aprendió una valiosa lección y con humildad, reconoció que la amargura no estaba en las uvas, sino en su propia actitud, y que la verdadera dulzura reside a menudo en la aceptación y en la gratitud por lo que tenemos.

Cuento de la zorra y las uvas

Explicación y moraleja del cuento 📚

Esta fábula transmite la sabiduría de la humildad y la aceptación de nuestras limitaciones.
La zorra, conocida por su astucia, al no poder alcanzar las uvas deseadas, intenta menospreciarlas, alegando que están agrias y que, por tanto, no merecen la pena. Sin embargo, el búho sabio señala que el problema no está en las uvas, sino en la actitud de la zorra.
El cuento nos enseña que es muy importante reconocer nuestras limitaciones, aceptar las situaciones que no podemos cambiar y encontrar la dulzura en la gratitud por lo que tenemos.

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Naiana Carvalho
Naiana Carvalho
Graduada en Pedagogía desde 2011 y especialista en Psicopedagogía por la Universidad Estatal de Ceará, trabaja en la creación de guiones para películas institucionales y publicitarias desde hace más de diez años.