Cuando la lógica se toma vacaciones, el humor encuentra su mejor momento. Las frases random y sin sentido nos sacan risas inesperadas, alivian el estrés y despiertan la imaginación. A veces, lo absurdo es justo lo que necesitamos para ver el día con ojos más ligeros y una sonrisa tonta en la cara.
Me dijeron que siguiera mis sueños… así que volví a dormir.
Hoy me siento como una cebolla: hago llorar sin querer.
Mi cuerpo pide ejercicio, pero mi sofá tiene mejores argumentos.
Si la pereza fuera un deporte, ya tendría varias medallas de oro (sin ir a recogerlas)
No soy antisocial, solo practico el modo avión en la vida real
¿Madurar? No, gracias. Estoy bien siendo una versión premium de mí mismo en modo infantil.
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero yo quiero hacer la prueba.
Estoy en forma… redonda es una forma, ¿no?
Dormir es gratis, pero aún así no tengo tiempo ni para eso.
Si me ves corriendo, corre tú también. Algo raro está pasando.
Hoy me levanté tan temprano que hasta el sol me dijo: “¡¿Ya tú?!”
No me hablen antes del café... ni después, si pueden evitarlo.
Estoy tan confundido que ayer saludé al microondas
Hoy me peiné con el viento, y se nota.
Si los lunes fueran persona, ya los habría bloqueado.
Si la vida te da problemas, ponles cumbia y que bailen.
No sé si tengo hambre o solo necesito atención emocional.
A veces olvido lo que estoy diciendo en mitad de una... ¿hamburguesa?
Si no puedes convencerlos, confúndelos con datos sobre pingüinos.
No estoy diciendo que sea un genio, pero una vez abrí una bolsa de patatas sin romperla.
Me encanta dormir, es como estar muerto, pero sin tanto papeleo.
Si el WiFi se va, yo también. Lealtad ante todo.
Me caí de la cama y desperté en otro martes.
A veces dudo si soy humano o una aplicación mal instalada.
Si los patos dominaran el mundo, las reuniones serían en charcos y con pan mojado.
El universo conspira a mi favor, pero creo que está borracho.
Tu energía es como la de una tostadora a pilas: no tiene sentido, pero funciona.
Conocerte fue como encontrar pizza en la mochila: raro, pero absolutamente maravilloso.
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