Las palabras tienen un poder increíble, y a veces pueden herir más que cualquier golpe. A continuación encontrarás una selección de frases que para que duela y para hacer reflexionar. Puedes usarlas en cualquier momento, desde situaciones de desamor hasta cualquier tipo de relaciones complicadas.
A veces me pregunto si en algun momento te diste cuenta de todo lo que hice por ti.
No sé qué es peor, si tus mentiras o la verdad que ocultas.
Tu habilidad para decepcionar es tan consistente que deberías ponerlo en tu currículum.
Me pregunto si alguna vez consideraste cómo tus decisiones afectan a los demás.
Supongo que la frase "mejores amigos para siempre" no se aplica para todos.
Me pregunto si tu indiferencia es una forma de protección o simplemente de egoísmo.
¿Te has dado cuenta de cómo algunas personas pueden hablar sin decir realmente nada?
Lo que no dices dice más sobre ti que lo que sí dices.
El tiempo revela quién realmente es importante en tu vida y quién nunca lo fue.
Las heridas que dejaste en mi corazón sangran más que cualquier corte superficial.
Quizás algún día te des cuenta de que el verdadero amor no lastima, y lo que teníamos no era más que una ilusión.
Tu falta de consideración es tan grande como tu ego.
Me encantan las sorpresas, especialmente las que nunca esperé de ti.
La diferencia entre tú y el infierno es que el infierno al menos tiene fuego real.
Si tu hubieras molestado en conocerme sabrías que prefiero el dolor de la verdad que la ilusión de una mentira que nunca será.
Cada vez que abres la boca, me recuerdas por qué el silencio es tan preciado.
Prefiero estar solo que con alguien que no valora mi presencia.
Dicen que las acciones hablan más fuerte que las palabras. Me pregunto qué dicen las tuyas.
A veces me pregunto si mi ausencia te haría sentir algo, aunque sea un poco de remordimiento.
Quizás algún día te des cuenta de que el dolor que causaste es el mismo que volverá a ti.
Me enseñaste que la verdadera oscuridad no está afuera, sino dentro de ti.
Tus palabras son como dagas afiladas, pero al menos las dagas tienen la honestidad de ser directas.
Creí que eras mi luz al final del túnel, pero ahora veo que eras solo un espejismo en el desierto.
Me preguntaba cuál era tu superpoder, y ahora veo que es hacerme sentir mal.
Es increíble cómo alguien puede herir tanto sin siquiera tocar.
La crueldad es tu única moneda de cambio, pero olvidas que la bondad tiene un valor mucho mayor.
A veces las indirectas son necesarias cuando las palabras directas no funcionan.
Si alguien realmente quiere estar en mi vida, encontrará una manera. Si no, encontrará una excusa.
Me pregunto si alguna vez piensas en alguien más que no seas tú mismo/a.
Dicen que la amistad es como una planta, pero la tuya parece más un desierto.
No sé si eres el sol que ilumina o el agujero negro que absorbe todo.
Me sorprende tu habilidad para lastimar a otros sin siquiera pestañear.
No sé qué es más agotador, si tus demandas constantes o tu falta de reciprocidad.
Me gustaría decir que me sorprendes, pero en realidad no lo haces.
No soy un juego para que juegues cuando te aburres.
Tal vez algún día te des cuenta de que la amistad es un esfuerzo de dos vías, no unidireccional.
Es irónico que te esfuerces tanto por parecer ocupado/a cuando a mí me haces sentir invisible.
Pensé que éramos amigos, pero parece que para ti soy solo un conocido más.
A veces me pregunto si prefieres ser temido a ser amado.
Parece que tu agenda solo tiene espacio para tus propios intereses.
Cada mentira tuya es una puñalada en la espalda de la confianza que deposité en ti.
Siempre digo lo que pienso, pero a veces me gustaría que alguien hiciera lo mismo.
La vida es demasiado corta para desperdiciarla esperando que alguien note tu presencia.
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