Edgar Allan Poe: 47 frases célebres para comprender el genio


Equipo editorial de Pensador
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Edgar Allan Poe (1809-1849), poeta, narrador y crítico implacable, es considerado uno de los escritores más influyentes de la literatura de Estados Unidos. Fue un maestro del misterio, la melancolía y lo sobrenatural. Su obra marcó la literatura universal con una voz única, oscura y apasionada. Sus reflexiones, muchas veces inquietantes, revelan verdades profundas sobre el alma humana y siguen fascinando al mundo.

Sus frases, cargadas de misterio y belleza sombría, invitan a reflexionar sobre los abismos del pensamiento y el corazón. Descúbrelas y déjate estremecer por su poder eterno.

No existe ser viviente que en algún punto luminoso de su vida intelectual no se haya sentido perdido entre olas de fútiles esfuerzos por comprender o creer que existe algo más grande que su propia alma.

Eureka - Edgar Allan Poe

No sé cómo fue, pero, a la primera mirada que eché al edificio, un sentimiento de insoportable tristeza invadió mi espíritu.

La caída de la Casa Usher - Edgar Allan Poe

no tengo fe

No tengo fe en la perfección humana. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más inteligente, de lo que lo fuera hace 6000 años.

Edgar Allan Poe

La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.

Edgar Allan Poe

Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.

La carta robada - Edgar Allan Poe

Tengo una gran fe en los tontos; autoconfianza le llaman mis amigos.

Edgar Allan Poe

Tan notable era la ternura de mi corazón, que había hecho de mí el juguete de mis amigos.

El cuervo - Edgar Allan Poe

Temo los acontecimientos del futuro, y no por sí mismos, sino por sus resultados.

La caída de la Casa Usher - Edgar Allan Poe

La verdad no está siempre en el fondo de un pozo. En realidad, yo pienso que, en cuanto a lo que más importa conocer, es invariablemente superficial.

Los crímenes de la calle Morgue - Edgar Allan Poe

En una noche como ésta, un hombre vive, vive un siglo entero de vida ordinaria; y no cambiaría yo esta arrebatadora delicia por todo ese siglo de vida común.

Cuentos completos - Edgar Allan Poe

A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita a una copa.

Edgar Allan Poe

los que sueñan de

Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.

Leonora- Edgar Allan Poe

Frases de amor de Edgar Allan Poe

Se había casado con ella —según me dijo— por amor y solamente por amor, pues su esposa era más que merecedora de cariño.

La caja oblonga - Edgar Allan Poe

Tú fuiste para mí, oh amor,
todo lo que mi espíritu anhelaba, isla verde en el mar,
fuente y santuario,
con guirnaldas de frutas y de flores, oh amor, que fueron mías.

La cita - Edgar Allan Poe

Tomados de la mano, durante quince años, erramos Eleonora y yo por ese valle antes de que el amor entrara en nuestros corazones.

Eleonora - Edgar Allan Poe

Aun así, rehusaba llenarse el vacío de mi corazón. Ansiaba el amor que antes lo colmara hasta derramarse.

Eleonora - Edgar Allan Poe

Nos conocimos y el destino nos unió ante el altar, y nunca hablé de pasión, ni pensé en el amor.

Morella - Edgar Allan Poe

La amé con amor más perfecto del que hubiera creído posible sentir por ningún habitante de la tierra.

Morella - Edgar Allan Poe

De su amor no podía dudar, y me era fácil comprender que, en un pecho como el suyo, el amor no reinaba como una pasión ordinaria.

Ligeia - Edgar Allan Poe

Me embriagaba con los recuerdos de su pureza, de su sabiduría, de su naturaleza elevada, etérea, de su amor apasionado, idólatra.

Ligeia - Edgar Allan Poe

Así con el tiempo el amor se volvió doloroso, y el odio hubiera sido entonces un verdadero don.

Coloquio entre monos y una - Edgar Allan Poe

Aquella luz que sólo podía haber tenido el poder de despertarme: la luz del constante amor.

Coloquio entre monos y una - Edgar Allan Poe

Perdió la cabeza a causa del amor, y creía que estaba en posesión de dos cabezas.

El sistema del doctor Brea y el profesor Pluma - Edgar Allan Poe

Amábamos con un amor que era más
que el amor; un amor tan poderoso que los
serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mí.

Poemas - Edgar Allan Poe

Tiernamente me abraza, apasionadamente
me acaricia. Y entonces caigo dulcemente.

Poemas - Edgar Allan Poe

Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.

El gato negro - Edgar Allan Poe

Poemas de Edgar Allan Poe

deseas que te

¿Deseas que te amen?

¿Deseas que te amen?
No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Solo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor… un sencillo deber.

Edgar Allan Poe

Solo

Desde el tiempo de mi niñez, no he sido
como otros eran, no he visto
como otros veían, no pude sacar
mis pasiones desde una común primavera.
De la misma fuente no he tomado
mi pena; no se despertaría
mi corazón a la alegría con el mismo tono;
y todo lo que quise, lo quise solo.
Entonces -en mi niñez- en el amanecer
de una muy tempestuosa vida, se sacó
desde cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que alrededor de mí giraba
en su otoño teñido de oro,
desde el rayo en el cielo
que pasaba junto a mí volando,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del cielo era azul)
de un demonio ante mi vista.

Edgar Allan Poe

Soneto a la ciencia

¡Ciencia! ¡verdadera hija del tiempo tú eres!
que alteras todas las cosas con tus escrutadores ojos.
¿Por qué devoras así el corazón del poeta,
buitre, cuyas alas son obtusas realidades?

¿Cómo debería él amarte? o ¿cómo puede juzgarte sabia
aquel a quien no dejas en su vagar
buscar un tesoro en los enjoyados cielos,
aunque se elevara con intrépida ala?

¿No has arrebatado a Diana de su carro?
¿Ni expulsado a las Hamadríades del bosque
para buscar abrigo en alguna feliz estrella?

¿No has arrancado a las Náyades de la inundación,
al Elfo de la verde hierba, y a mí
del sueño de verano bajo el tamarindo?

Edgar Allan Poe

Un sueño

¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es solo un sueño dentro de un sueño.

Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada.
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea!
¿Hasta nuestro último empeño
es solo un sueño dentro de un sueño.

Edgar Allan Poe

Amigos que por siempre...

Amigos que por siempre
nos dejaron,

caros amigos para siempre idos,
fuera del Tiempo
y fuera del Espacio!

Para el alma nutrida de pesares,
para el transido corazón, acaso.

Edgar Allan Poe

Al río

¡Bello río! en tu clara y brillante onda de
cristal, agua vagabunda, eres un emblema del
esplendor de la belleza, un emblema del corazón
que no se esconde ahora, un emblema de
la alegre fantasía de arte en casa de la hija del
viejo Alberto.

Pero mientras ella mira en tu corriente,—que
resplandece y tiembla, ¿por qué el más
hermoso de todos ríos recuerda a uno de sus
adoradores? Es porque en su corazón como en
tu onda, su imagen está profundamente grabada;
en su corazón que tiembla bajo el brillo de
sus ojos que buscan el alma!

Edgar Allan Poe

A mi madre

Porque siento que en los cielos,
los ángeles susurrándose entre sí
no encuentran entre sus ardientes palabras de amor
ninguna tan devota como la de “madre”.

Largo tiempo con ese querido nombre te he llamado
a ti que eres más que una madre para mí
porque llenas el corazón de mi corazón, donde la muerte te colocó
cuando dejó libre el espíritu de mi amada Virginia.

Mi madre, mi propia madre, muerta temprano
fue solo mi madre; pero tú eres la madre
de la mujer que tanto amé

y así eres más querida que la madre que conocí
por esa eternidad con que a mi esposa
la idolatró mi alma más que a su propia alma.

Edgar Allan Poe

Frases de misterio y terror de Edgar Allan Poe

Caminamos entre los destinos de nuestra existencia mundanal, rodeados por recuerdos oscuros pero siempre presentes de un destino más vasto, muy distante en el tiempo e infinitamente pavoroso.

Eureka - Edgar Allan Poe

todo lo que vemos

Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.

Narraciones extraordinarias - Edgar Allan Poe

Los límites que dividen la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, sombríos y vagos.

Edgar Allan Poe

Cierto, nervioso, muy, muy terriblemente nervioso, lo estuve y lo estoy.

Edgar Allan Poe

Me resultaría imposible explicar qué milagro me salvó de la destrucción.

Manuscrito hallado en una botella - Edgar Allan Poe

Para nada me asusta el peligro, pero si la consecuencia ultima: el terror.

Edgar Allan Poe

No obstante, tan seguro como que existe mi alma, creo que la perversidad es uno de los primitivos impulsos del corazón humano.

El gato negro - Edgar Allan Poe

No estoy loco, y, con toda seguridad, no sueño. Pero mañana puedo morir y quisiera aliviar hoy mi espíritu.

El gato negro - Edgar Allan Poe

No aborrezco el peligro, a no ser por su efecto absoluto: el terror.

La caída de la Casa Usher - Edgar Allan Poe

Frases de El Cuervo de Edgar Allan Poe

Una vez, al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido, inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, cabeceando, casi dormido, oyóse de súbito un leve golpe, como si suavemente tocaran, tocaran a la puerta de mi cuarto.

El cuervo - Edgar Allan Poe

Esta sombra que yace flotante sobre el suelo, no podrá volver a elevarse. ¡Nunca más!

El cuervo - Edgar Allan Poe

Durante mucho tiempo quedé lleno de asombro, de temor, de duda, soñando con lo que ningún mortal se ha atrevido a soñar.

El cuervo - Edgar Allan Poe

Y el sedoso, triste y vago rumor de las cortinas purpúreas me penetraba, me llenaba de terrores fantásticos, desconocidos para mí.

El cuervo - Edgar Allan Poe

Y, entonces, abrí la puerta de par en par, y ¿qué es lo que vi? ¡Las tinieblas y nada más!

El cuervo - Edgar Allan Poe

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